ENTREVISTA
EN ABC AL ARZOBISPO DE GRANADA, MONS. JAVIER MARTÍNEZ
LAURA DANIELE. ABC. 20.11.14
Tras expresar su “profundo pesar” de
confirmarse este delito, el prelado explicó que después de recibir la denuncia
por parte de la propia víctima, a mediados del mes de agosto, mantuvo un
encuentro con ella una semana después.
-¿Cuál
ha sido el protocolo que ha seguido el Arzobispado después de contactar con la
víctima?.
Una vez que acabó la conversación con la
presunta víctima decidí sacar unos billetes para acudir a la Santa Sede para
hablar con la Congregación que se ocupa de estos casos y pedir consejo. Con el
billete comprando y las audiencias pedidas, recibo una carta de la Santa Sede donde
se comenta que ha habido esta denuncia y me pide que proceda con el protocolo
que corresponde. Inicio entonces un proceso de investigación previa que
verifica que la denuncia de la presunta víctima es verosímil, porque en ese
momento todavía no hay ningún acto judicial. El protocolo del Vaticano
establece que si los hechos denunciados son verosímiles se debe imponer sencillamente
unas medidas cautelares para proteger a las presuntas y eventuales víctimas.
Por eso decido suspender a los tres sacerdotes.
-¿Qué
día pone las medias cautelares?
El 15 de octubre. El día 17 recibo un correo
de la víctima pidiéndome que no actuase para no interferir en las
investigaciones policiales porque el asunto había sido llevado a los
tribunales. Una semana después recibo un auto de un juez de Granada declarando
el secreto de sumario y al mismo tiempo diciéndome que no actúe para no
interferir en las investigaciones que se están llevando a cabo A partir de ese
momento no actúo . Naturalmente, hice el informe para la Santa Sede y envié el auto y
la providencia del juez. En el ámbito civil no he podido actuar en ningún
momento porque he consultado con las personas que podían asesorarme en ese
ámbito y como la presunta víctima era un adulto la denuncia solo es aceptable y
tramitable si viene de la parte implicada y no de terceros. Eso se lo comuniqué
el día 16 de octubre al propio denunciante.
-¿Usted cumplió con todo lo que establece el
protocolo de la Santa Sede?
Absolutamente y escrupulosamente.
-¿Cómo
ha visto a la víctima?
He rezado desde que hable con él la primera
vez. No he cesado de manifestarle mi cercanía, mi apoyo, mi disposición a ayudarle
en todo lo que me sea posible.
-Y
usted, ¿cómo se encuentra?
Si estos hechos son verdad me producen un
dolor inmenso como pastor y sacerdote. No quiero que sufra nadie y menos por
culpa de un sacerdote. Los padres confían de una manera especial a sus hijos y cuando
una cosa así acontece en el seno de la Iglesia el dolor es inmenso. Yo desearía
cualquier cosa que pudiera reparar el dolor causado y mostrar la belleza de la
vida cristiana que se basa en el respeto mutuo y en un afecto grande por la
dignidad de cada persona.
-¿Usted
le consta que el Papa llamó a la víctima?
Consta en la carta que la presunta víctima
(porque no ha habido ningún juicio canónico ni civil hasta la fecha) me envió.
A través de la Santa Sede no conozco ese detalle. Yo lo que conozco oficialmente
es lo que recibo de la Santa Sede y en la que me dice que ha habido una denuncia
y me pide actúe de acuerdo con la disciplina de la Iglesia. Para mí es más que
suficiente. Hubiera obrado de la misma manera si no hubiera habido esa intervención
de la Santa Sede. Yo ya había pedido audiencia en la Santa Sede para pedir
consejo sobre cómo actuar de manera inmediata porque no me había visto en este
tipo de casos previamente y me pareció una denuncia muy grave antes de recibir
una comunicación de la Santa Sede.
-¿Cuándo
usted recibe la primera carta del denunciante ya venía explicitado que el caso
estaba denunciado ante la Santa Sede?
Sí, contaba eso.
-¿Cuántas
personas estarían implicadas en el caso?
El muchacho menciona en su denuncia a nueve
personas. Imputa directamente a tres como responsables de abusos y habla de
otras que podrían tener conocimiento. El total de las personas serían nueve
sacerdotes y dos seglares, pero no ha habido actuación judicial. En este
momento solo está la acusación.
-¿Esos
tres sacerdotes han sido suspendidos pero no secularizados?
Las medidas cautelares implican una
prohibición del ejercicio del ministerio y retirarse de los lugares donde se
estaba trabajando. También incluye prohibiciones complementarias como hablar
con las presuntas víctimas y sus familiares. Se toman estas medidas porque la
principal preocupación es protege a la víctima aún a riesgo de equivocarse.
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