Deserción
JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ ABANDONA LA TRAPA POR LA POLÍTICA
EN “PODEMOS”
El actual líder de Podemos, Pablo Iglesias, competirá por la Secretaría
General con otros 71 candidatos en la votación que se celebrará a partir de la
semana que viene, y que supondrá el último trámite para que el eurodiputado se
convierta en el primer secretario general de la formación. Ente las candidaturas figura la de José
Antonio Vázquez Mosquera, hasta ahora monje del monasterio de Santa
María de Huerta, de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia, y
responsable de formar el «Círculo Podemos de espiritualidad». El monje ha
decidido abandonar la vida religiosa «para dedicarse al proyecto de
construcción de política de Podemos», partido de extrema izquierda antisistema,
según ha informado él mismo.
Fidelidad
¡EL
COMUNISMO ES MALDAD, MISERIA Y DESTRUCCIÓN! EL
PAPA FRANCISCO LLORÓ TRAS ESCUCHAR
RELATO DE UN SACERDOTE CONDENADO A MUERTE POR EL RÉGIMEN COMUNISTA
Francisco lloró el
22 de septiembre pasado, en su viaje a Albania, cuando escuchó el terrible testimonio de don
Ernest Simoni,
un sacerdote de 84 años que fue condenado a muerte por el régimen comunista de
Enver Hoxha y que pasó 27 años en diversos campos de concentración y trabajos
forzados.
El franciscano, de
pelo blanco, relató su terrible historia
de persecución y torturas con tono monocorde y sin inmutarse.
“«Tú serás ahorcado como enemigo porque dijiste al
pueblo que todos moriremos por Cristo si es necesario», me dijo un jefe. Me
apretaron los hierros tan fuerte en las muñecas que los latidos de mi corazón
se detuvieron y casi muero. Querían que hablara en contra de la Iglesia y yo no
acepté. Por las torturas caí casi muerto”, contó en un tramo del relato.
En ese momento, en la catedral reinaba un silencio
sepulcral, y el Papa seguía con atención la
historia a través de una traducción.
Cuando terminó de dar este testimonio, Simoni se
acercó para arrodillarse ante el Papa, que, evidentemente emocionado,
impidió ese gesto. Y lo abrazó, besó su mano y volvió a abrazarlo con fuerza,
en medio de aplausos.
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