A
los tres días, María y José encontraron a Jesús en el templo, sentado en medio
de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían
quedaban asombrados de su talento y de las respuestas quedaba.
Los
padres de Jesús se quedaron atónitos al verlo en el Templo. Le dijo su madre:
-
Hijo,
¿por qué te has comportado así? Tu padre y yo te estábamos buscando angustiados
Él
les contestó. ¿Por qué me buscabais? ¿No sabías que yo debía estar en la Casa
de mi Padre?
María
y José no comprendieron lo que quería decir Jesús.
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