Poco
tiempo después, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
- ¿Dónde
está el Rey de los judíos que ha nacido?. Porque hemos visto salir su estrella
y venimos a adorarlo.
Al
enterarse el rey Herodes, se asustó. Llamó a los sumos sacerdotes y a los
sabios del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le
contestaron:
- En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el
profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las
ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo
Israel “(Miqueas 5, 1)
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