lunes, 14 de noviembre de 2011

REZAR POR LOS DIFUNTOS

Cuenta el anterior Arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo, que cierto día recogió en su coche a un soldado que hacía autostop. En un momento del trayecto pasaron por delante de una gasolinera en la que, hacía pocos días, unos atracadores habían matado a uno de los empleados. El obispo le dijo al muchacho:
—Si te parece vamos a rezar un padrenuestro por un buen hombre que trabajaba en esa gasolinera y le mataron hace unos días.
Rezaron juntos. Al llegar al final del viaje, el soldado se despide:
—Muchas gracias por haberme traído en su coche y, sobre todo, por ese padrenuestro. "El buen hombre de la gasolinera" era mi padre.

En este mes de noviembre la Iglesia nos pide que no olvidemos que hemos nacido para ir al cielo donde está Dios, nuestro Padre. También quiere la Iglesia que recordemos a nuestros familiares y amigos que ya han muerto. Que nuestro recuerdo se convierta en oración para que ellos se encuentren ya plenamente en la casa del Padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario