Estos días pasados hemos escuchado palabras incendiarias del presidente Chávez haciendo un llamamiento a las instituciones castrenses venezolanas a prepararse para la guerra. Guerra, ¿contra quién?. Contra el gobierno colombiano porque –en palabras del presidente venezolano- el gobierno de Colombia "está dirigido" desde Estados Unidos. Ésta es la interpretación que Chávez hace de la autorización que Colombia ha dado a Estados Unidos para operar desde algunas bases castrenses del país. Este hecho es considerado como una amenaza para la seguridad de Venezuela. Y, por lo tanto, ¡a la guerra!.
Pero también nos llega una grata noticia, que es como la aplicación a este conflicto del espíritu de aquella oración atribuida a San Francisco de Asís: “Haz de mí, Señor, un instrumento de tu paz. Donde haya odio, ponga yo amor…”
Mañana lunes, 16 de noviembre, en el Estadio General Santander de Colombia, el clero de las dos diócesis vecinas de San Cristóbal de Venezuela y de Cúcuta de Colombia jugará un partido amistoso de fútbol. El obispo de la diócesis de Cúcuta ha manifestado que este acto deportivo busca "propiciar un punto de encuentro donde colombianos y venezolanos, como pueblos hermanos, podamos compartir la oración y el deporte, y en un ambiente festivo reiterar al mundo que aquí somos hermanos, que nada ni nadie podrá separarnos del amor que sentimos los unos por los otros".
La entrada será gratis. Pero a todos los espectadores se les impone una condición: ir de blanco como signo de pureza y de tener un corazón que ame la paz y no el conflicto ni la guerra.
Pero también nos llega una grata noticia, que es como la aplicación a este conflicto del espíritu de aquella oración atribuida a San Francisco de Asís: “Haz de mí, Señor, un instrumento de tu paz. Donde haya odio, ponga yo amor…”
Mañana lunes, 16 de noviembre, en el Estadio General Santander de Colombia, el clero de las dos diócesis vecinas de San Cristóbal de Venezuela y de Cúcuta de Colombia jugará un partido amistoso de fútbol. El obispo de la diócesis de Cúcuta ha manifestado que este acto deportivo busca "propiciar un punto de encuentro donde colombianos y venezolanos, como pueblos hermanos, podamos compartir la oración y el deporte, y en un ambiente festivo reiterar al mundo que aquí somos hermanos, que nada ni nadie podrá separarnos del amor que sentimos los unos por los otros".
La entrada será gratis. Pero a todos los espectadores se les impone una condición: ir de blanco como signo de pureza y de tener un corazón que ame la paz y no el conflicto ni la guerra.
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