jueves, 12 de noviembre de 2009

DECLARACIONES DE MONSEÑOR MARTÍNEZ CAMINO SOBRE EL ABORTO


Análisis Digital. Redacción. 12.11.2009

“Nadie puede privar del derecho a la vida a un ser humano inocente nunca”. Así de contundente se manifestó ayer el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, en la que fue la primera charla-coloquio de los Desayunos Informativos CEU, celebrada ayer en Madrid. El tema de su exposición versó sobre la defensa de la vida, la mujer y la maternidad y declaró que el supuesto “derecho” de eliminar al más débil es un “contrasentido ético”. “Quien vota a favor del aborto está objetivamente en pecado público”, afirmó.

Recordando que la primera vez que se aprobó una legislación sobre el aborto fue en la antigua Unión Soviética de Lenin y que el estado nazi también promovió el aborto legal como parte de su política de mantener la raza aria, monseñor Martínez Camino destacó que, en contra de lo que sostenían los totalitarismos e incluso las democracias occidentales, "la vida humana no es un bien privado, sino un bien público que tenemos que proteger". Tampoco es "algo perteneciente a la moral privada de grupos o confesiones", porque "el ‘no matarás' es un principio de racionalidad ética de todos los tiempos".

A este respecto, dejó claro que la Iglesia también acoge a las mujeres “tentadas de abortar o que han pasado por esta tragedia”. "Aunque hay pecados rojos como la púrpura, quedarán blancos como la nieve", dijo, pero puso de manifiesto que las mujeres que no han confesado su pecado de aborto “que se animen a hacerlo porque Dios quiere la solución y la paz plena de las persona". En su intervención, hizo especial hincapié en que la Iglesia, "defiende los derechos de los inocentes", como ha dejado constancia la Conferencia Episcopal en diferentes documentos, y subrayó que también es "consciente del problema que envuelve dentro". Sin embargo, añadió que “no se muestra inmisericorde con quien caiga en el pecado".

A su juicio, la protección del derecho a la vida ha de ser contemplada en el ordenamiento jurídico, pero –se preguntó- “¿quiere la Iglesia que las mujeres vayan a la cárcel?” “No, -respondió contundentemente- pero la vida del ser humano tiene que ser protegida” y la ley tiene que caer con los que se lucran y se benefician de la industria del aborto.

Incoherentes con su fe
Otro de los asuntos que abordó fue el hecho de que los católicos no pueden apoyar y no criticar el proyecto de ley del aborto que está ya en trámite parlamentario porque, como es sabido, atenta gravemente contra la vida humana incipiente. De ser así, recordó que caerían en “una incoherencia con su fe” y estarían en “una situación de pecado en sentido personal y propio” y no pueden, por lo tanto, ser admitidos a la Sagrada Comunión. Un católico que apoye la ley “cae en herejía y se atrae la excomunión”.

La excomunión sí recae en quienes participen de manera directa en la provocación de un aborto. En este sentido, sostuvo que lo que digan los partidos políticos "no cuenta", hay que situarse "por encima" de los dirigentes en esta cuestión y agradeció a los profesionales sanitarios y de otros campos que ejerzan el derecho a la objeción de conciencia en esta materia con "coraje cívico y moral", al tiempo que advirtió de la "grave manipulación" que supone incluir el proyecto legislativo como acto médico, ya que "el aborto nunca es curar porque el embarazo no es una enfermedad".

El derecho “más fundamental” de todos los derechos
Para monseñor Martínez Camino es fundamental afirmar que todo ser humano tiene derecho a la vida desde el mismo momento de la concepción. Una realidad, prosiguió, anterior al Estado mismo que éste no puede permitir que se quiebre. Se trata así “del derecho más fundamental de todos los derechos fundamentales”.

El número conocido de abortos en España desde la aprobación de la ley en 1985 asciende a un millón y trágicamente sigue en aumento. “Con la actual ley del aborto se decía que se iba a reducir el número de abortos y con la que actualmente se encuentra en trámite parlamentario "tenemos que prever que se van a incrementar", apuntó.

Para monseñor Camino, ante un embarazo se puede presentar dificultades económicas, riesgo para la salud de la madre, inconvenientes laborales… Pero “no es ético que el más fuerte haga prevalecer de manera injusta su vida sobre la del más débil”, subrayó monseñor Martínez Camino para considerar por último que “el supuesto ‘derecho’ de eliminar al más débil es un contrasentido ético” por mucho que lo contemple la reforma del proyecto de ley.

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