Anoche, cuando seguíamos llorando por la muerte de las víctimas del
AVE, el sufrimiento de las personas heridas y el dolor de sus familias, la
celebración del Via Crucis de la JMJ 2013 de Rio de Janeiro me ayudó a
permanecer todavía más cerca de todas ellas. Los jóvenes, con un lenguaje
adaptado a sus gustos y al estilo carioca, nos hicieron vivir en Copacabana –lugar
tradicionalmente vinculado a la diversión y a la superficialidad- la Cruz del Señor que siempre está presente y
que ahora, como un intruso desgarrador, notamos más. El Papa, al finalizar las
estaciones del sufrimiento de Cristo, nos regaló, con ese estilo directo que
tiene de decir las cosas, un discurso hecho de fe, corazón y apertura a cada
persona que lleva en sí las heridas del Crucificado. He querido sintetizar el mensaje
en un decálogo que muestra qué es la Cruz de Cristo para el Papa Francisco.
1. En la Cruz, Jesús
se une al silencio de las víctimas de la violencia, que ya no pueden gritar,
sobre todo los inocentes y los indefensos.
2. Con la Cruz, Jesús
se une a las familias que se encuentran en dificultad, y que lloran la trágica
pérdida de sus hijos.
3. Con la Cruz, Jesús
se une a todas las personas que sufren hambre, en un mundo que, por otro lado,
se permite el lujo de tirar cada día toneladas de alimentos.
4. Con la cruz, Jesús
está junto a tantas madres y padres que sufren al ver a sus hijos víctimas de
paraísos artificiales, como la droga.
5. Con la Cruz, Jesús
se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por
el color de su piel.
6. En la Cruz, Jesús
está junto a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones
políticas porque ven el egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la
Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los
ministros del Evangelio.
7. En la Cruz de
Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él
acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y
nos dice: ¡Ánimo! No la llevas solo. Yo la llevo contigo y yo he vencido a la
muerte y he venido a darte esperanza, a darte vida (cf. Jn 3,16).
8. En la Cruz de
Cristo está todo el amor de Dios, está su inmensa misericordia.
9. La Cruz invita
también a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña así a mirar siempre al
otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad
de ayuda, a quien espera una palabra, un gesto.
10. La Cruz nos
invita a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de ellos y tenderles la
mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario