«RECHAZAMOS
EL ABORTO PORQUE SOMOS DE IZQUIERDAS»
«No hay una
afirmación más reaccionaria que la del derecho de una persona sobre la vida del
hijo no nacido». Así se afirma en el manifiesto Rechazamos el aborto porque
somos de izquierdas, presentado este miércoles en Madrid. El manifiesto está
firmado por 80 personas comprometidas en 21 entidades, tanto políticas,
sociales y sindicales (entre ellas CCOO, UGT, CGT, SAIn, PAH y USO) como
apostólicas (Acción católica, Cáritas, Movimiento Cultural Cristiano,
Renovación Carismática…).
(Alfa y Omega/InfoCatólica) La iniciativa es similar a la
que pusieron en marcha, en 1982, un grupo de militantes de diversas
organizaciones de izquierda.
Todos los partidos políticos parlamentarios de derecha y de
izquierda defienden el sistema capitalista actual, y todos ellos son
abortistas.
Durante el gobierno de Aznar el aborto aumentó en España el 37%.
La política del PP en esta materia provocó que, de hecho, se practicara el
aborto libre. Zapatero lo legalizó como derecho, a la vez que aplicaba un
programa político y económico neoliberal-capitalista. El actual gobierno del PP
ha propuesto una reforma que no plantea ninguna medida para la erradicación del
aborto, ni de las causas políticas económicas y culturales que subyacen. [NdR:
se trata de la reforma retirada en septiembre pasado].
Porque somos socialistas, nos oponemos al aborto y a su
legalización. Por la misma razón que nos oponemos a todo atentado a la vida:
pena de muerte, torturas, hambre, armamentismo, guerras, destrucción del
entorno natural... Sostenemos que son los valores que toda la izquierda debe
defender.
Somos socialistas autogestionarios, porque defendemos la socialización
de la producción, porque luchamos contra cualquier explotación del hombre por
el hombre, contra la explotación del imperialismo sobre los pueblos. También
porque defendemos la vida humana como valor supremo.
En el mundo han sido regímenes
totalitarios, comunistas,
nazis y liberales capitalistas los que han legalizado el aborto. Han sido
hombres como Robert McNamara -el del Vietnam y el Banco Mundial- quienes más
han impulsado la aceptación del aborto, los que lo han impuesto como algo
conveniente para el dominio del capital multinacional. Hitler lo negó para su
raza aria, pero lo impuso para los demás bajo su dominio.
Hay vida, y vida humana personal en
el óvulo fecundado que
anida en la madre. Y se destroza una vida humana (horrible crueldad) al
destruirlo. No es parte del cuerpo de la madre: es un ser humano distinto. Como
los ancianos, como los minusválidos, los discapacitados psíquicos, los
incurables, los antisociales, todos aquellos a los que la permisión del aborto
pone en la lista de los futuros condenados, porque no se les va a considerar
personas humanas con derecho a la vida, sino partes molestas de una sociedad
que no los considera productivos.
No hay en nuestros días una
afirmación más reaccionaria -contra todo lo que se diga- que la del derecho de una persona sobre
la vida del hijo no nacido. Es el derecho de propiedad más absoluto concebible,
más allá del derecho del amo sobre el esclavo. Y es una vergüenza para la
izquierda que levante la bandera de ese pretendido derecho. Y más aún, que se deje
que la derecha monopolice hipócritamente la oposición al mismo.
Rechazamos esa postura vergonzosa, de la que la izquierda, en la medida
que han avanzado los conocimientos de la embriología, tiene que liberarse. No
sólo somos izquierda y rechazamos el aborto, sino que lo rechazamos
precisamente por serlo.
La vida humana es un valor supremo desde la concepción hasta la
muerte natural. Y a partir de esta afirmación tenemos que desarrollar una
acción decidida contra el hecho real del aborto combatiendo las causas,
ayudando eficazmente a las familias, asistiendo legal y socialmente a la madre
soltera, tanto a la que desee quedarse con su hijo como a la que quiera darlo
en adopción.
El aborto es un odioso acto de
violencia realizado
contra los no-nacidos y contra las madres. La izquierda debe hacer que el
vientre de la madre sea el lugar que la naturaleza ha hecho que sea: el lugar
más protegido. Y que la sociedad entera lo sea también, para la madre y para
los niños, antes y después de nacer.