jueves, 25 de agosto de 2011

EM-PAPA-DOS



Remedios Falaguera. ALMUDI. 22.08.2011

Permitidme que os recuerde –cada uno de vosotros sois conscientes de ello– que la vida es una gran aventura en la que no importa quién acumula más riqueza ni quién llega más lejos, sino quién ama más.



No tengo palabras para agradecer a los jóvenes participantes de la JMJ la extraordinaria lección que nos han dado estos días. No solo por vuestra alegría y fortaleza, por vuestro entusiasmo y generosidad, por vuestra capacidad de hacer del limón limonada; sino porque con vuestro saber estar nos habéis demostrado que la vida de fe, esperanza y buen hacer vale la pena. ¡Habéis estado a la altura de lo que se esperaba de vosotros! ¡Os habéis currado nuestro respeto!.
«Vuestra fuerza —como os dijo anoche Benedicto XVI con su sonrisa tierna y socarrona—, es mayor que la lluvia». Y añadió: «Conservad la llama (del Amor) que Dios ha encendido en vuestros corazones: procurad que no se apague, aunque vengan más lluvias… Dios saca bien de todo!».
Queridos jóvenes, permitidme que os recuerde, cada uno de vosotros sois conscientes de ello, que la vida es una gran aventura en la que no importa quién acumula más riqueza ni quién llega más lejos, sino quién ama más. La gente espera de vosotros que seáis hombres y mujeres fuertes, virtuosos, para luchar por cosas grandes, para mantenerse y resistir a todo tipo de presiones, con generosidad, justicia y prudencia. Sin miedo, sin temor, con coraje, y con mucha, muchísima alegría.
Sintiéndoos protagonistas de vuestra vida, y en parte, de la nuestra, y después de vivir a tope, como solo vosotros sabéis hacer, estas jornadas; volveréis a vuestros lugares de origen, rebosantes de fe, esperanza y amor con la que descubriréis la bondad del corazón humano.
Una nueva etapa empieza para cada uno de vosotros. «¡No os guardéis a Cristo para vosotros mismos!» os exhorta el Santo Padre, «No se puede seguir a Jesús en solitario».
¡Gracias por vuestro ejemplo! ¡Gracias a todos porque llenáis nuestro corazón de esperanza! No olvidéis nunca que vosotros sois el futuro de la Iglesia, de la familia, de la sociedad. El mañana está en vuestras manos. «Las cuentas sobre el hombre, como muy bien ha señalado el cardenal S. Rylko, sin Dios no cuadran». Os corresponde a vosotros dar testimonio de ello con vuestra vida cristiana, respondiendo con generosidad a lo que Dios quiere para cada uno de vosotros. ¿¡No defraudéis al Señor!.
Vuestra aventura, como esa perla preciosa de la que nos habla el Evangelio (Mt 13, 43-46), y por la que vale la pena dejarlo todo, es extraordinaria, es fantástica, es un privilegio. Lo expresa muy bien esta canción de Fondo Flamenco:


…Y es fantástico
Dar gracias cada día
Fantástico es dar sin recibir esperar
Vivir enamorado
Dejar el luego para luego
Y es fantásticoooo
Que nunca volveremos a vivir este momento
Y es fan-tas-ti-co
Vivir sin miedo
Sin peros
Sin escusas para quedarse en el suelo
Cuando too está oscuro
Se busca, se encuentra, un motivo
Se empieza de nuevo
Olvida tus pesadillas
Porque es fantástica esta vida.


¡Ánimo y adelante!

miércoles, 24 de agosto de 2011

UN ARTÍCULO ESPLÉNDIDO SOBRE LA JMJ 2011

Con su habitual estilo directo y claro, el profesor Fernández Perandones ha publicado en el periódico Información un artículo sobre la JMJ 2011 que no tiene desperdicio. Lo comparto con vosotros desde este blog.

APUNTES DE UN PEREGRINO


Acabo de llegar de Madrid. He asistido como coordinador (ya no soy tan joven) de un grupo de estudiantes de la enseñanza pública. Me lo pidieron, ya que he participado en jornadas mundiales anteriores. Pasó a transcribir algunos apuntes de mis impresiones y reflexiones.Primer apunte. Dicen que el actual papa no tiene el carisma del anterior. Sin embargo, sigue reuniendo multitudes. Y es que los peregrinos vamos a ver y a escuchar al sucesor de Pedro, no a Wojtyla o a Ratzinger. Nos mueve la fe, y no la atracción que nos pueda producir una personalidad concreta. Pensamos que, allí donde está Pedro, hay mucha gracia de Dios, y de hecho son muy numerosas las decisiones de entrega a los demás en los diversos caminos de vida consagrada o en medio del mundo.


Segundo apunte. La JMJ es un encuentro fundamentalmente espiritual. Uno de los momentos culminantes del acto de Cuatro Vientos fue la oración ante la Eucaristía, que como todo el mundo sabe, para un católico, es Jesucristo, el Hijo de Dios. Unos minutos antes, una lluvia huracanada nos hizo resguardar como pudimos bajo paraguas, plásticos improvisados. Pero llegó ese momento de esa oración intensa. La inmensa multitud se arrodilló y se produjo un silencio impenetrable. Delante de nosotros, había un grupo de guatemaltecos; detrás, un grupo de serbios con un sacerdote que les traducía. El aguacero amainó. Gente tan distinta, orando con la misma fe. Difícil de olvidar. El papa no busca un baño de multitudes ni hace política. Busca que nos encontremos con Cristo. Es nuestra mejor manera de servir a la sociedad, de darnos a los demás.


Tercer apunte. Universalidad de la Iglesia. El asistir a estas jornadas nos aleja de la tentación de empequeñecer el cristianismo. Católico significa universal. Estar muy por encima de pequeños problemas particulares de cada país, de culturas concretas con las que tiene que convivir. Qué distinto el catolicismo de mis abuelos con el de ese chico malayo con el que coincidí en el metro, y que lucía un prominente tatuaje. Distintos, sí, pero con la misma fe.


Cuarto apunte. La organización. Las JMJ fueron idea de Juan Pablo II. Al cabo de 20 ediciones han tomado una dimensión, digamos «planetaria». Se trata de un acontecimiento religioso, cultural y social de primer orden que ha tenido lugar en ciudades como Roma, Sídney, Denver, Colonia, Buenos Aires o Manila, y que no ha ido si no creciendo en número y en organización.En efecto, a los pocos días, todos mis amigos madrileños estaban «alucinados» por la inmensa marea de gente joven de todos los países, festiva, alegre y positiva, y con ganas de compartir su fe. Y, también, por qué no decirlo, un poco avergonzados del empeño de unos pocos radicales en reventar los actos. En ninguna de las ciudades citadas anteriormente hubo provocaciones de ese tipo. Y, por supuesto, todas se han volcado. Madrid no podía ser menos, si quiere algún día, por ejemplo, ser merecedora de otros acontecimientos de mayor calibre. Entre los miles y miles de jóvenes con los que me he cruzado, no he visto ni una mala cara, ni un mal gesto, y eso que hemos soportado 40 grados y una lluvia torrencial con aparato eléctrico incluido.


Quinto apunte. Los que utilizan la crisis económica o la hambruna que padece ahora el Cuerno de África para criticar el evento caen en la más barata demagogia. En primer lugar, porque, en 2008, cuando Madrid aceptó ser sede de la JMJ, las autoridades decían que no había crisis y que nos encontrábamos en la Champion League de la economía mundial. En segundo lugar, porque la referencia a Somalia se puede utilizar en cualquier evento. Puestos a ser demagogos: se podrían haber anulado las fiestas de Elche y la Nit de l'Albà y enviar ese dinero a Somalia; se podría haber cancelado la Supercopa de España, y ayudar así a la zona afectada. Podrían haberse ahorrado los millones de viajeros este verano sus vacaciones, y con ese dinero paliar la hambruna. En Madrid, la gente iba con lo puesto. No era un viaje precisamente de placer, y la meta para todos era la conversión personal para conseguir un mundo mejor.


La JMJ, en fin, ha sido una gran acontecimiento para los participantes y, pienso, una buena noticia para España y para Madrid, que aumenta su proyección como sede organizadora, ya que la logística de tan complicado acontecimiento ha sido resuelta de una manera notable. Los que hemos asistido, más que orgullo, tenemos responsabilidad de no defraudar la fe que profesamos y contribuir con los demás al progreso y a la justicia de la sociedad. Que Dios nos ayude en esta tarea.

lunes, 22 de agosto de 2011

ORACION DE CONSAGRACIÓN DE LOS JÓVENES AL CORAZÓN DE JESÚS EN LA JMJ 2011

Señor Jesucristo,
Hermano, Amigo y Redentor del hombre, mira con amor a los jóvenes aquí reunidos
y abre para ellos la fuente eterna de tu misericordia,
que mana de tu Corazón abierto en la cruz.
Dóciles a tu llamada,
han venido para estar contigo y adorarte.
Con ardiente plegaria los consagro a tu Corazón
para que, arraigados y edificados en ti,
sean siempre tuyos, en la vida y en la muerte.
Que jamás se aparten de ti!
Otórgales un corazón semejante al tuyo,
manso y humilde,
para que escuchen siempre tu voz y tus mandatos,
cumplan tu voluntad
y sean, en medio del mundo,
alabanza de tu gloria,
de modo que los hombres,
contemplando sus obras,
den gloria al Padre,
con quien vives, feliz para siempre,
en la unidad del Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén.

miércoles, 3 de agosto de 2011

LIBRO. SUPERFICIALES. ¿QUÉ ESTÁ HACIENDO INTERNET CON NUESTRAS MENTES?



Nicholas Carr. Taurus. Madrid (2010). 344 págs. 19,50 €. Traducción: Pedro Cifuentes.
MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ DE LA NIETA. Aceprensa


Entender la cultura actual sin prestar atención al influjo de las nuevas tecnologías es desde hace años pretensión imposible. Internet cambia todo: economía, política, educación... y hasta el modo de conocer. Esta es la tesis que Nicholas Carr viene presentando desde hace tiempo, cuando publicó un sugerente y provocador artículo que tituló “¿Está Google volviéndonos tontos?” (cfr. Aceprensa, 1-07-2008). Este libro no es sino una documentada reafirmación de esa tesis.

El autor parte de una inquietante experiencia propia: la que sintió el día en el que él -licenciado en Letras y acostumbrado a sumergirse en la profundidad de textos escritos- comenzó a notar dificultad para concentrarse en un libro. De repente, después de una página o dos, su mente se disipaba, perdía el sosiego, el hilo. Algo pasaba en su cerebro.

Basándose en autorizadas voces de campos que van desde la neurología a la educación, Carr sostiene que la diaria entrega a las multitareas digitales está incidiendo de manera notoria en la manera de conocer de toda una generación. El pensamiento lineal entra en crisis. Se abre paso un mundo distraído, confundido, compulsivo y ansioso, que mientras premia lo rápido, eficiente y útil, se hace incapaz de concentrarse en una sola cosa; un mundo cultural herido en esas habilidades de reflexión y contemplación que conducen al pensamiento crítico y conceptual, dañado en la memoria a largo plazo y en la agilidad creativa.


Un precedente interesante de esta obra es el pequeño volumen del ensayista italiano Giovanni Sartori, Homo Videns. La sociedad teledirigida, quien no hacía sino constatar unos cambios que ahora Carr extiende a una nueva tecnología intelectual, la del escenario digital. Tanto Sartori como Carr son herederos de las ideas de McLuhan, para quien los medios no son solo canales de información. Proporcionan ciertamente la materia del pensamiento, pero también y sobre todo modelan el proceso de pensamiento.


“Y ahora llega Internet “, titulaba Sartori uno de los capítulos finales de su ensayo, sin apenas explayarse en el desarrollo del nuevo soporte. Pues bien: Internet ya está aquí, instalado en la cotidianeidad de la cultura. Y de analizar las consecuencias derivadas de este nuevo modo de aproximarse al conocimiento se encarga Carr en un libro que, como él mismo dice, es descriptivo y no de autoayuda. Abundan acertadas presentaciones de escenarios problemáticos para la adquisición de conocimientos. Desde luego, el libro es un buen diagnóstico. Pero escasean los tratamientos para aprovechar con acierto esta tecnología intelectual. Quizá baste uno concreto: su llamada a acotar a lo imprescindible la multitarea y primar la concentración particular en un quehacer exclusivo del momento.